lunes, 15 de septiembre de 2008

SENTIR LA MIRADA

En alguna ocasión hemos sentido que alguien nos mira mientras nuestros ojos están ocupados por ejemplo en leer, o realizando cualquier otra actividad. Hemos sabido que había alguien mirándonos, tal vez detrás nuestro, sin ver a tal persona. Nos hemos girado y… en efecto, así era. Nos estaba mirando. Esta sensación es muy común pero hasta hace poco no había sido estudiada.

Rupert Sheldrake (filósofo y biólogo británico) realizó un interesante experimento que dejó indiferentes a pocos, en el que un grupo de personas debían decidir cuando estaban siendo observadas y cuando no. Los resultados fueron positivos: de un total de 200.000 experimentos los resultados mostraban que la gente percibía la mirada a sus espaldas en un porcentaje mucho mayor al que produciría el azar.

Esta curiosa actividad extrasensorial se llama scopaesthesia, y es la habilidad de distinguir cuando somos observados. El término scopaesthesia es la conjunción de dos vocablos griegos: skopein (mirar) -como en microscopio o telescopio- y aesthesis (sensación) como en anestesia.

sábado, 13 de septiembre de 2008

A M O R

El amor es una tendencia biológica hacia la simbiosis, o colaboración con otros seres vivos, dentro de la cual el acto de unión sexual es un caso particular.

Se ha dicho tanto sobre el amor y se ha definido de tantas maneras posibles…

En el tratado de amor cortés escrito hacia 1175 por Andreas, capellán de la condesa María de Champagne (hija de la famosa Leonor de Aquitania, que llevó el amor cortés y los trovadores desde el sur hasta el norte de Francia y el resto de Europa) el autor da una definición inesperadamente realista y pesimista del amor: “El amor es un cierto sufrimiento interno derivado de la contemplación y excesiva meditación sobre la belleza del sexo opuesto” Luego prosigue: “Este sufrimiento es autoinducido y se demuestra porque no proviene de una acción, sino solamente de la reflexión mental. El sufrimiento interior viene de ver y pensar”. O sea que, el amor es atracción hacia otra persona más el pensamiento obsesivo sobre ella.

Sobre el amor ya se teorizó en el año 1000 en Córdoba y en el año 0 en Roma por Ovidio, quien como todos los paganos, se tomó el amor como algo más divertido, físico y lúdico, sin la obsesión mental que le atribuyeron los poetas andaluces y consagraron los trovadores provenzales. La lista sigue hasta Stendhal, rectificado por Ortega y Eric Fromm.

Hasta el siglo XVIII, el matrimonio era para el patrimonio y el amor para divertirse. Después, ese invento cultural anglo-alemán que llamamos romanticismo complicó mucho la diversión porque se empeñaron en hacer coincidir amor y matrimonio (Uh… cagada?). Eso, como explicó muy bien el suizo Denis de Rougemont, es pedir demasiado, aunque por otro lado ha dado para un siglo de novelas –desde Werther y el Rojo y el Negro hasta Madame Bovary o Ana Karenina- y otro siglo de películas de Hollywood, por no hablar de los infinitos culebrones a media tarde.

Las civilizadas francesas del siglo XVIII tenían marido, amante y chevalier servant, el marido para el chec, el amante para el choc y el chevalier para el chic (Toma ya!!). Ahora bien, si pretendemos concentrar todas estas responsabilidades en una sola persona parece ser que la cosa puede acabar mal y es pedir demasiado al otro y a uno mismo, lo cual no quiere decir que no haya que casarse, sino no confundir matrimonio con amor.

Hasta ahora, la mejor definición de amor que he encontrado, tal y como los humanistas y Fromm recomiendan es ésta: “El amor es una irradiación benevolente hacia el otro, deseando que sea como le gusta ser, que se abra como una flor, sin nosotros cambiar su perfume ni color, aceptarlo tal y como es, respeto, colaboración y aceptación de lo que haga. Amar es estar totalmente colgado y, simultáneamente, no dependiente, lo cual es una contradicción y por eso es tan difícil saber amar… Porque, si no estás colgado, no amas!! Pero si lo estás, te obsesionas y sufres. Además, hay que estar a la vez absolutamente absorto en el otro, y despegado lo bastante para dejarle hacer lo que ella o él desee”

Parece que todos nuestros intentos de amar están condenados al fracaso a menos que desarrollemos toda nuestra personalidad e individualidad pero, por otro lado, la satisfacción en el amor individual no puede lograrse sin la capacidad de amar al prójimo y sentirse unida a alguien, parte de alguien. El amor requiere esfuerzo y hoy en día el problema para la mayoría de gente en relación al amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en la propia capacidad de amar. La gente cree que amar es sencillo y que lo difícil es encontrar a un objeto apropiado para amar.

Fácil es enamorarse, difícil es permanecer enamorado. Muchas personas confunden la intensidad inicial del apasionamiento cuando en muchos casos muestra tan sólo el grado de su soledad anterior. No es fácil amar, no.

Probablemente la concepción del amor difundida por los románticos anglo-alemanes es una pretensión excesiva para las posibilidades reales humanas y esa alta meta provoca ansiedad, angustia, desesperación. Quizá no estaría mal volver a los sensatos planteamientos del siglo XVIII o a las desinhibidas diversiones del trópico, y dejar el amor romántico para Teresa de Calcuta, que están en una fase superior de altruismo humano. Pero una es como es… Romántica perdida.


sábado, 6 de septiembre de 2008

ÉXITO Y FRACASO

He perdido, pero tal vez he salido ganando. A veces, el que gana pierde y el que pierde, gana. Quizá mi inevitable renuncia, es todo un triunfo. No hoy, pero sí mañana. Una retirada a tiempo es muchas veces, la mejor victoria.

En ocasiones hay cierto extraño placer en la derrota y una vergüenza secreta en el triunfo. Esta es una apología del fracaso. Porque el fracaso a veces es éxito, y viceversa.

En este mundo en el que vivimos, el éxito no siempre es algo real ni merecido. Se nos prohíbe fracasar, porque el fracaso es signo de debilidad humana, incompetencia, mediocridad. Según los gurús del éxito, lo más importante en esta vida es “ser alguien”. Al principio todo el mundo “es nadie”. Decir a cualquier persona que es una perdedora, es indiscutiblemente, un insulto, una descalificación, algo peyorativo, sin duda.

Pero… En este mundo de idiotas profundos… Qué es el éxito y el fracaso? Ser admirados? Respetados? Idolatrados? Ser mejor que el resto, triunfar donde otros han sido derrotados…?

Yo vivo como quiero y puedo, siempre fiel a mí misma. No dejo de aprender ni un solo instante. Mi mayor reto es ser buena persona (por supuesto, no gilipollas). Ser auténtica. Espontánea. Amar. Ese es mi éxito principal.

Y también fracaso. Fracaso múltiples veces por ser consecuente y no poder adaptarme a las absurdas normas establecidas. Fracaso por ser sincera. Por llorar a veces a solas por lo que ya nadie llora. Por creer todavía en lo que nadie cree y soñar con imposibles.

El fracaso es algo muy relativo y el éxito establecido con los parámetros actuales, muy traicionero, además que, te obliga en cierto modo a sostener su importancia a lo largo del tiempo… Tampoco garantiza la felicidad ni el amor verdadero. El peor fracaso es el de aquella persona capaz de pagar todos los precios del éxito, de esa persona que incluso vendería su alma para lograr lo que quiere y sin embargo, no consigue lo que se propone.

Dios ha fracasado. Acaso no es el mundo un fracaso? Somos el resultado de un propósito maravilloso que ha salido mal. Y Jesucristo también fracasó ante la sociedad de su época pero su muerte fue el triunfo, para muchos, de la vida verdadera.

No fueron perdedores en su momento, Einstein, Nelson Mandela, Van Gogh, García Márquez o Benjamin Franklhin? Triste es que muchos de ellos sólo triunfaron una vez muertos.

Por ejemplo, Einstein sólo tuvo éxito en la última etapa de su vida, después de renunciar a su puesto de funcionario de bajo rango en la agencia estatal de patentes. A Mandela, el éxito le vino a los 75 años, después de haber estado 27 largos años en la cárcel por revolucionario en contra del “apartheid”. Van Gogh, jamás estudió, fue autodidacta y murió en la más pura miseria. Hoy pagan más de 20 millones de euros por algunos cuadros suyos…

Ninguno de ellos triunfó en el momento en que lo desearon…Perdedores radicales, locos soñadores? De acuerdo… Pero con su derrota, su triunfo, le han dado un significado nuevo a la humanidad, fueron fieles a sí mismos, creyeron en sus ideas que también eran sus pasiones y aunque durante mucho tiempo no fueron nadie, la historia les ha hecho justicia y ahora son… Lo que siempre fueron. Detrás de cada fracaso hay un logro y una gran verdad.


martes, 2 de septiembre de 2008

LESBIANAS EN CHINA

Admirable el valor de estas dos lesbianas chinas besándose a plena luz en la plaza de Tiananmen. La cara de los guardias no tiene desperdicio, aunque dudo que sepan qué es el lesbianismo.

Mao say tongue!! :P

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