Hay historias de perros y personas que conmueven, pero pocas como la que protagonizan en Inglaterra Haatchi, un perro adoptado con una terrible historia a sus espaldas, y Owen, un pequeño de 7 años con una enfermedad genética que le afecta seriamente a su movilidad. Los dos, Owen y Haatchi, tuvieron una vida difícil, tal vez por ello en cuanto se vieron reconocieron el uno en el otro a un compañero inseparable. Y así es. Haatchi fue encontrado cuando algún desalmado le ató en una vía de tren tal vez para que fuera arrollado por un convoy. Sólo tenía 10 meses de vida.
Cuando le hallaron, el paso de un tren ya le había destrozado una de sus patas traseras y dejado graves heridas en la cola. Fue atendido por un refugio. La patita y la cola tuvieron que ser finalmente amputadas. Ante esta situación, y con los refugios llenos de animales en adopción, Haatchi no lo tenía nada fácil. El pequeño Owen, por su parte, debido a su enfermedad, que le hacía diferente al resto de niños, se había aislado del mundo. Empezó a no querer ir a la escuela, se asustaba ante la presencia de gente y acabó por no querer salir de casa. Estaba claro que los dos seres tenían que encontrarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario