BLANCA BARCELONA

Que ayer nevara de manera totalmente inusual en Badalona y el resto de Cataluña me llenó de alegría y buen humor. Me sentí como una niña y entusiasmada me dirigí, a pesar del frío y una gran ventisca, a un parque muy bonito cercano a casa para disfrutar al máximo de la experiencia. Hacía 25 años que no nevaba en Barcelona, así que salí a la calle olvidándome de abrigarme adecuadamente pero no de mi cámara de fotos para inmortalizar tan bello espectáculo.

Por las calles la gente sonreía, los niños hacían muñecos de nieve e iniciaban guerras blancas. Mereció la pena pasar frío, resbalarme y caerme varias veces a cambio de ese regalo inesperado del cielo.

Pero no todo fue tan bello e idílico. Barcelona, que aspira a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno 2022, no demostró estar a la altura de las circunstancias reaccionando tarde ante un temporal que dejó a la ciudad sin bus y tren. Muchas personas no pudieron regresar a sus casas y se vivieron situaciones de caos y desesperación total. La nieve aisló algunos hospitales, dejó atrapados a miles de conductores en las carreteras y unos 200.000 usuarios se quedaron sin luz en Girona.

Una nevada histórica que no olvidaremos, para bien y para mal.