En la década de 1930, el Dr. Walter Cannon, de la Escuela de Medicina de Harvard demostró que el corazón responde a nervios y hormonas externas ayudando con los procesos de lucha o huida para mantenernos sanos.
De hecho, ¿No hemos tenido esos momentos cuando sentimos con plena seguridad que la alegría, el amor y el aprecio emanan de nuestros corazones?
Nuevas investigaciones muestran que el corazón controla el cerebro mucho más de lo que se pensaba.
El corazón podría ser considerado como un segundo cerebro, tan importante para la vida como el primero.
1. Algunos investigadores se refieren al corazón como el “pequeño cerebro”.
Hay 40.000 neuronas sensoriales transmitiendo información al cerebro desde el corazón, lo que lleva a los investigadores a llamar al corazón el “pequeño cerebro” y acuñar el término neurocardiología.
2. El corazón se comunica con el cerebro y el cuerpo.
Lo hace de cuatro maneras, a través de:
- Conexiones del sistema nervioso
- Hormonas producidas en el propio corazón
- Información biomecánica a través de ondas de presión arterial
- Información energética a partir de los campos eléctricos y electromagnéticos.
El hecho de que el corazón produzca hormonas que son liberadas en el torrente sanguíneo que afecta a todo el cuerpo, fue demostrado por primera vez hace 30 años y ha dado lugar a pruebas realizadas de forma rutinaria en los hospitales alrededor del mundo.
3. Hay más información enviada desde el corazón hasta el cerebro a diario, que del cerebro al corazón.
De hecho, las neuronas dentro del corazón permiten que el corazón aprenda, recuerde y tome decisiones independientes a las tomadas por corteza cerebral.
4. El corazón emite más actividad eléctrica del cerebro.
El corazón emite un campo eléctrico 60 veces mayor en amplitud que la emitida por el cerebro y un campo electromagnético 5.000 veces más fuerte que la del cerebro.
5. El campo electromagnético del corazón es increíblemente fuerte.
No sólo se puede medir en cualquier lugar en el cuerpo (usando un ECG con electrodos en los tobillos y las muñecas), sino también a varios metros a la redonda fuera del cuerpo.
6. La actividad en el corazón de una persona se puede medir en las ondas cerebrales de otra.
El campo electromagnético de dos individuos que se tocan o están a una distancia corta (humano con una mascota o humano con humano) pueden interactuar de una manera tal que la actividad energetica en el corazón de una persona puede medirse en las ondas cerebrales de la otra. La efectividad y el gran número de beneficios en el acto de tocar, masajear o acariciar para realizar terapias de curación puede ser explicado con este método de comunicación corazón – cerebro.
7 . La actividad eléctrica entre el corazón y el cerebro puede llevarse a un ritmo sincronizado y medible.
Por medio de la focalización consciente en las emociones positivas y amorosas que emanan del corazón.
Este estado de "sincronía entre órganos" se asocia con un nivel mejorado de salud, presión arterial y niveles de cortisol más bajos, y una mejora en la función del sistema inmunológico.
Después de 30 años de estudiar el corazón, estoy aprendiendo sobre
los emocionantes descubrimientos científicos que están proporcionando un
entendimiento radicalmente diferente acerca del corazón y su relación
con el cerebro y el cuerpo humano. La fabulosa estructura neurológica y
endocrina del corazón permiten "entrenar" este órgano para en lugar de
actuar actuar de una manera frenética y desordenada durante el estrés y
la ira, pueda trabajar de una manera óptima a partir de experiencias
de paz, amor y armonía.
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Autor: Dr. Joel Kahn
Traducción: Santiago Garcia
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