sábado, 6 de septiembre de 2008

ÉXITO Y FRACASO

He perdido, pero tal vez he salido ganando. A veces, el que gana pierde y el que pierde, gana. Quizá mi inevitable renuncia, es todo un triunfo. No hoy, pero sí mañana. Una retirada a tiempo es muchas veces, la mejor victoria.

En ocasiones hay cierto extraño placer en la derrota y una vergüenza secreta en el triunfo. Esta es una apología del fracaso. Porque el fracaso a veces es éxito, y viceversa.

En este mundo en el que vivimos, el éxito no siempre es algo real ni merecido. Se nos prohíbe fracasar, porque el fracaso es signo de debilidad humana, incompetencia, mediocridad. Según los gurús del éxito, lo más importante en esta vida es “ser alguien”. Al principio todo el mundo “es nadie”. Decir a cualquier persona que es una perdedora, es indiscutiblemente, un insulto, una descalificación, algo peyorativo, sin duda.

Pero… En este mundo de idiotas profundos… Qué es el éxito y el fracaso? Ser admirados? Respetados? Idolatrados? Ser mejor que el resto, triunfar donde otros han sido derrotados…?

Yo vivo como quiero y puedo, siempre fiel a mí misma. No dejo de aprender ni un solo instante. Mi mayor reto es ser buena persona (por supuesto, no gilipollas). Ser auténtica. Espontánea. Amar. Ese es mi éxito principal.

Y también fracaso. Fracaso múltiples veces por ser consecuente y no poder adaptarme a las absurdas normas establecidas. Fracaso por ser sincera. Por llorar a veces a solas por lo que ya nadie llora. Por creer todavía en lo que nadie cree y soñar con imposibles.

El fracaso es algo muy relativo y el éxito establecido con los parámetros actuales, muy traicionero, además que, te obliga en cierto modo a sostener su importancia a lo largo del tiempo… Tampoco garantiza la felicidad ni el amor verdadero. El peor fracaso es el de aquella persona capaz de pagar todos los precios del éxito, de esa persona que incluso vendería su alma para lograr lo que quiere y sin embargo, no consigue lo que se propone.

Dios ha fracasado. Acaso no es el mundo un fracaso? Somos el resultado de un propósito maravilloso que ha salido mal. Y Jesucristo también fracasó ante la sociedad de su época pero su muerte fue el triunfo, para muchos, de la vida verdadera.

No fueron perdedores en su momento, Einstein, Nelson Mandela, Van Gogh, García Márquez o Benjamin Franklhin? Triste es que muchos de ellos sólo triunfaron una vez muertos.

Por ejemplo, Einstein sólo tuvo éxito en la última etapa de su vida, después de renunciar a su puesto de funcionario de bajo rango en la agencia estatal de patentes. A Mandela, el éxito le vino a los 75 años, después de haber estado 27 largos años en la cárcel por revolucionario en contra del “apartheid”. Van Gogh, jamás estudió, fue autodidacta y murió en la más pura miseria. Hoy pagan más de 20 millones de euros por algunos cuadros suyos…

Ninguno de ellos triunfó en el momento en que lo desearon…Perdedores radicales, locos soñadores? De acuerdo… Pero con su derrota, su triunfo, le han dado un significado nuevo a la humanidad, fueron fieles a sí mismos, creyeron en sus ideas que también eran sus pasiones y aunque durante mucho tiempo no fueron nadie, la historia les ha hecho justicia y ahora son… Lo que siempre fueron. Detrás de cada fracaso hay un logro y una gran verdad.


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