Eudemonismo es una corriente ética y un concepto filosófico que justifica todo aquello que una persona realice si el objetivo es alcanzar la felicidad y por tanto si aquello que hace le sirve para lograrlo.
La máxima de la cual parte el eudemonismo es que para llegar a la tan ansiada felicidad hay que actuar naturalmente, es decir, este comportamiento natural será el que nos llevará de manera inequívoca hacia la felicidad. Esto además implicará actuar de manera natural con una parte animal, racional y social. La animal corresponderá a los bienes físicos y materiales, la racional instará al cultivo de la mente y la parte social será la que se concentrará en practicar la virtud. La virtud la podemos definir como el punto medio entre dos pasiones opuestas. Además, es relativa a cada uno. Por ejemplo, entre dos pasiones opuestas como la cobardía o la temeridad la virtud estaría en la valentía. El placer era considerado como un complemento de la felicidad.
Los seguidores de esta teoría ética afirmaban que no se puede ser siempre y plenamente feliz. Siglos más tarde que Aristóteles, Tomás de Aquino afirmaría que sí se puede llegar a esa felicidad plena y total, pero en otra vida, ya que en este mundo sólo existe felicidad relativa.
La propuesta principal del eudemonismo es "el bien es aquello que nos hace felices y la felicidad es el aumento de nuestras fuerzas para obrar". El Eudemonismo identifica la felicidad con el Sumo Bien.